Uno de los factores
de rendimiento (quizás el fundamental) que condiciona el resultado final en
escalada es la capacidad que se tiene para sostenerse de las presas el tiempo
necesario para progresar por la vía cogiendo los agarres sucesivamente. En este
hecho influyen varios elementos que, en mayor o menor medida, determinan el
resultado final del mismo y, por ende, de la escalada, léase:
1. Factores “externos”:
a.
Calidad-estado
de la piel, o sequedad de las partes que entran en contacto con la presa a
agarrar: una piel deteriorada por sucesivas escaladas o ejercicios de
entrenamiento presenta una superficie humedecida por el propio proceso
regenerador que inicia el organismo para sanarla, lo que nos beneficiará a
medio plazo pero no durante el mismo proceso si se desea utilizarla...
b. Estado de la superficie del agarre, influenciado por el tipo de roca, su grado de “pulidez”, la cantidad de grasilla-magnesio de otros escaladores que lo hayan tocado antes, la humedad reinante en ese momento...
b. Estado de la superficie del agarre, influenciado por el tipo de roca, su grado de “pulidez”, la cantidad de grasilla-magnesio de otros escaladores que lo hayan tocado antes, la humedad reinante en ese momento...
c.
Temperatura
externa, que condicionará el factor 1.a, produciendo cuando es muy baja una
menor o inexistente sudoración de las partes de la mano que entren en contacto
con la presa, por un efecto de vasoconstricción preventivo (para el organismo
es más importante asegurar su supervivencia que lograr el encadene, no lo
dudéis un segundo…, y eso hace que la sangre tienda a concentrarse en mantener
calientes las partes más importantes – órganos – y no las extremidades y, mucho
menos, la puntita de nuestros deditos), y el efecto contrario con temperaturas
de medias a altas…
2.
Factores internos físicos:
a.
Fuerza
relativa máxima de agarre en distintos tamaños de presa y, empíricamente, en
distintas posiciones de agarre. Las investigaciones realizadas hasta la
actualidad apuntan a este factor (asociado al peso corporal) como el mayor
determinante del rendimiento, pero se contradicen en cuanto a la magnitud de la
fuerza que se puede manifestar en distintas posiciones de agarre; lo que sí se
ha demostrado es que, según el tamaño de las presas empleadas, la implicación
de la musculatura que interviene en el agarre de las mismas es diferente y, a
su vez, se observa (a falta de investigación que lo ratifique) que en las
posiciones de agarre más utilizadas o entrenadas son en las que se tiene mayor
fuerza, algo que estaría en la línea de la hipótesis siguiente: la fuerza
isométrica, que es la que se usa de forma principal cuando se ejecutan los
agarres escalando, se mejora tan sólo en las posiciones (por ángulos
articulares o estados concretos de acortamiento fibrilar) en las que se
trabajan, más un pequeño rango por encima y por debajo.
b. Resistencia intermitente a valores o
porcentajes concretos de esa fuerza relativa máxima, o la capacidad para
realizar el máximo número de movimientos a una intensidad dada.
c.
Potencia
de agarre o velocidad con la que se es capaz de realizar la fuerza mínima
necesaria para quedarse de una presa.
No todo es físico, pero una parte importante si... |
3.
Factores internos no físicos:
a.
Técnica
o capacidad para desplazarse por los agarres que configuran las vías del modo
más eficiente posible, esto es, realizando la mínima fuerza posible en cada
agarre por una ejecución de cada movimiento que lo permita.
b. Táctica o capacidad para decidir del
modo más rápido posible la solución a cada problema motriz que se plantee en
cada vía.
c.
Habilidades
psicológicas desarrolladas para escalar manteniendo la actitud más eficiente
que potencie el rendimiento máximo en cada vía, esto es, logrando el estado
psicológico de rendimiento individual necesario en cada momento.
Con todo esto, que resumiría de modo MUY GENERAL los
elementos que influirían en el rendimiento a la hora de escalar una vía, se
puede observar como existe una gran interrelación entre todos ellos que, en
última instancia, condicionan por uno u otro camino el hecho de que se sea
capaz o no de sostenerse de todas y cada una de las presas que configuran la
vía objetivo que se precie y, además, de ser capaz de hacerlo sin
interrupciones ni ayudas externas: así, elementos de índole genética como la
calidad de la piel se puede modificar poco con ayudas externas como cremas, o
estrategia-planificación para respetar la recuperación de los tejidos…; también
se usa la estrategia para elegir el mejor momento en que poder intentar una vía
concreta (por las condiciones externas climatológicas que alteran la calidad de
los agarres en cada momento); se puede-debe trabajar a nivel
técnico-táctico-psicológico de forma ETERNA para conseguir una eficiencia que
roce la excelencia en cuanto a la perfección del movimiento, su precisión,
velocidad, gasto energético, actitud frente a los retos y el estrés…; y se
puede potenciar al máximo de las posibilidades personales el plano ergométrico
que simboliza el estado actual de los factores físicos implicados en el
rendimiento.
En otros deportes, sobre todo los cíclicos, es del todo
habitual contar con una evaluación inicial del plano físico, fundamental en el
rendimiento de estas modalidades (en todos los casos de modo superlativo en
comparación con la influencia de otros factores, sin decir que sea el único,
claro), determinando de este modo un plano bio-energético individual que sirve
para orientar el trabajo a realizar y, además, para establecer de forma
concreta las intensidades de trabajo asociadas en cada parte del plano; luego,
en función de cada deporte, se relacionan con pulsaciones por minuto, consumos
de oxígeno, velocidades, distancias, tiempos, watios, etc…
La escalada es del todo diferente a estas modalidades,
principalmente en cuanto al grado de influencia que presentan sobre el
rendimiento el desarrollo de los factores no físicos y que, además, condicionan
de modo muy importante la determinación de la intensidad a la que se realizan
los esfuerzos propios de la escalada, elemento clave hasta ahora en cuanto a la
concreción y ajuste objetivo de los contenidos especiales de entrenamiento.
Sin embargo, hay algo que es evidente que se realiza con
frecuencia alta y constante en escalada, esto es, fuerza en los agarres, y es
precisamente su magnitud la que condicionará la intensidad a la que se realice
el esfuerzo principal que conlleve cada vía. Este fenómeno, que en situaciones
de escalada real es incontrolable (de momento) y variable a cada movimiento y,
además, distinto para cada escalador en función de sus dimensiones
antropométricas, si se puede controlar y objetivar de modo eficaz en el
entrenamiento para escalada…, la clave, la concreción del plano ergométrico y
la aplicación de sus datos al entrenamiento.
Elementos que influyen en
el rendimiento en escalada
|
El plano ergométrico en escalada está determinado por
aquellos valores relevantes que determinan el rendimiento escalando (2.a, 2.b,
2.c) y configuran una referencia muy importante para saber “dónde se está”
físicamente y poder orientar de este modo lo más eficazmente posible el
entrenamiento.
Para ello, se deben realizar una serie de pruebas o test de laboratorio adecuados que permitirán saber:
-
Qué nivel de fuerza relativa máxima se posee en
un tamaño concreto de agarre, siendo este el “techo” del plano.
-
Qué nivel de resistencia intermitente (tiempo y
movimientos asociados) en ese mismo tamaño de agarre se posee a distintas
intensidades de la fuerza relativa máxima, configurando los diferentes niveles
sobre los que luego entrenar.
Estos datos se relacionarán a su vez con otros objetivos
como el tiempo de esfuerzo, los movimientos asociados y la inclinación de cada
intensidad de trabajo, que corresponderá a un porcentaje concreto de la fuerza
relativa máxima de cada cual.
Con todo esto se dispone de unas referencias precisas y
objetivas que no sólo permiten el control de la evolución del entrenamiento, en
cuanto a los parámetros físicos más relevantes, sino que orientan el trabajo
del mejor modo posible y pueden usarse para la concreción de las cargas
mediante una metodología diferente.
Si quieres conocer tu plano ergométrico (de forma totalmente
gratuita) y poder así orientar de modo más eficaz tu entrenamiento, ponte en contacto conmigo y participa como parte de la muestra en la investigación
que estoy llevando a cabo para mi tesis doctoral. Sólo tienes que traer pies de gato y magnesio y cumplir los
siguientes requisitos:
-
Llevar 3 o más años entrenando y/o escalando de
forma continua (de 2 a 4 días por semana) o con parones cortos.
-
Haber realizado un nivel igual o superior al 7a.
-
Descansar el día anterior a la prueba, que dura
entre 1,5 y 2 horas.
La misma prueba puedes tomarla como un día de entreno de
dedos, pues se realizan varias suspensiones, y de resistencia, pues se llevan a
cabo de 3 a 5 protocolos de resistencia intermitente. Las pruebas se realizarán desde principios de mayo hasta finales de octubre de 2013 en la ciudad de Huesca..., no dejes pasar la oportunidad y reserva fecha ya.