La importancia del control del entrenamiento

Cada vez es más patente la evolución que está viviendo la escalada, aunque a veces cueste observar estos pequeños pasos de gigante que, como en todo deporte, se van produciendo cada vez más lentamente cuanto más próximos están sus deportistas al límite, si bien la esencia de nuestra actividad hace que esta palabra, limite, pierda significado en tanto en cuanto la parte superior de su escala permanece abierta a la espera de futuros empujones que la eleven todavía más.
Foto extraída de: http://mar-alvarez.blogspot.com.es/
A parte de los hitos increíbles que hemos vivido en los últimos años, de la mano de encadenamientos de talla mundial cada vez más precoces, o de la superación de los límites establecidos hasta hace no mucho tanto a vista como al ensayo, lo que más llama la atención es la cantidad de escaladores que, de media, hacen también más dificultad (o como dijo un amigo en tono de broma "el octavo ha muerto", refiriéndose precisamente a ésto, a la "popularización" de la dificultad).
Parece que detrás de todo esto hay una serie de factores que posiblemente han influido en que ésto sea así, léase: la proliferación de más vías de todas las dificultades y de más escuelas (gracias a todos los equipadores que invierten su tiempo, dinero e ilusión trabajando para todos), el aumento en cantidad de instalaciones en las que practicar indoor, la mejora en los equipamientos pensados para el entrenamiento, el aumento de la información (aunque esto a veces puede ser mal entendido y usado) sobre cómo entrenar para escalar mejor, el avance en el conocimiento científico sobre cómo se producen las adaptaciones y cuáles son los mejores métodos para producir cada una (este campo todavía está en pañales, y será su desarrollo futuro lo que propiciará, seguramente, otra pequeña-gran diferencia en el nivel...) y los medios y protocolos para la evaluación del rendimiento y la mejor adecuación así del entrenamiento (objeto del desarrollo de mi tesis)
Sin embargo, hacer dificultad cuesta, y mucho, aunque cada vez haya más gente que la haga (lo cual entra dentro de la lógica por el aumento del número de practicantes que tiene esta actividad); pero cuando uno lleva mucho tiempo escalando y ha hecho dificultad..., ahí la cosa cambia..., la aproximación al límite y su superación es algo que requiere de la alineación de muchos factores, y algunos, con el paso del tiempo, suelen jugar en contra (y no me refiero sólo a los físicos...) - nota: la ventaja es que el campo de los elementos técnico-táctico-mentales pueden permitir también mejoras aun cuando el físico comienza a no estar al nivel al que estaba... -; en estos casos, aunque debería ser lo general y que no por lógico sucede habitualmente en este deporte, el control del entrenamiento para la evaluación de la adaptación a los diferentes estímulos es una de las claves para hacer las cosas ese poquito mejor (o muchito mejor) de lo que se hacían.
Foto extraída de: http://mar-alvarez.blogspot.com.es/
Es decir, lo evidente cuando se establece un entrenamiento es trazar unos objetivos de mejora que se deberán controlar para evaluar la adecuación del entrenamiento que se ha llevado..., pero resulta que esto, en la práctica, poca gente lo hace de forma frecuente y periódica; saber si se ha mejorado la fuerza, o la resistencia, o la cualidad que sea que se ha estado trabajando, y sobre todo aquellas que corresponden a los factores de rendimiento de la actividad, son parte esencial de todo proceso de entrenamiento coherente y, además, suponen una fuente de autoconfianza fundamental para afrontar con garantías los retos a los que se aspira pues, si se sabe OBJETIVAMENTE que se está bien (en buen estado de forma), se encara el objetivo con la mentalidad clara de que es posible, y la seguridad sobre todo de que se han hecho bien las cosas..., algo que pudo experimentar, entre otros, Mar Alvarez durante la temporada 2013-2014, convirtiéndose en la quinta mujer en el  mundo en encadenar un 9a con Era Vella (video), en Margalef, aun contando sólo con 2 vías por encima de 8c hasta ese momento, lo que denota una gran progresión.

Foto extraída de: http://mar-alvarez.blogspot.com.es/
Fragmento extraído de una entrevista en la web 8a.nu: "La historia comenzó hace unos meses gracias a unos amigos. Me animaron a entrennar duro porque pensaban que podía hacer 9a. Sin embargo, me tomé sus palabras simplemente como una broma puesto que pensaba que el grado de 9a era algo inalcanzable para una persona como yo (no soy una escaladora profesional y considero que no tengo ninguna talento especial para escalar). 
Entrené realmente duro pero sólo porque lo disfruto y me gusta empujar mis límites. Al final de la primavera la persona que me había estado ayudando con mis entrenos (Pedro Bergua) me dijo que había mejorado considerablemente mi fuerza y resistencia y me dirigió a probar vías duras. Fue entonces cuando comencé a considerar la posibilidad de probar ‘Era Vella’. Si mis amigos creían que podía, ¿por qué no probarla? No tenía nada que perder". Enhorabuena Mar!!