Foto extraída de: http://mar-alvarez.blogspot.com.es/ |
Parece que detrás de todo esto hay una serie de factores que posiblemente han influido en que ésto sea así, léase: la proliferación de más vías de todas las dificultades y de más escuelas (gracias a todos los equipadores que invierten su tiempo, dinero e ilusión trabajando para todos), el aumento en cantidad de instalaciones en las que practicar indoor, la mejora en los equipamientos pensados para el entrenamiento, el aumento de la información (aunque esto a veces puede ser mal entendido y usado) sobre cómo entrenar para escalar mejor, el avance en el conocimiento científico sobre cómo se producen las adaptaciones y cuáles son los mejores métodos para producir cada una (este campo todavía está en pañales, y será su desarrollo futuro lo que propiciará, seguramente, otra pequeña-gran diferencia en el nivel...) y los medios y protocolos para la evaluación del rendimiento y la mejor adecuación así del entrenamiento (objeto del desarrollo de mi tesis)
Sin embargo, hacer dificultad cuesta, y mucho, aunque cada vez haya más gente que la haga (lo cual entra dentro de la lógica por el aumento del número de practicantes que tiene esta actividad); pero cuando uno lleva mucho tiempo escalando y ha hecho dificultad..., ahí la cosa cambia..., la aproximación al límite y su superación es algo que requiere de la alineación de muchos factores, y algunos, con el paso del tiempo, suelen jugar en contra (y no me refiero sólo a los físicos...) - nota: la ventaja es que el campo de los elementos técnico-táctico-mentales pueden permitir también mejoras aun cuando el físico comienza a no estar al nivel al que estaba... -; en estos casos, aunque debería ser lo general y que no por lógico sucede habitualmente en este deporte, el control del entrenamiento para la evaluación de la adaptación a los diferentes estímulos es una de las claves para hacer las cosas ese poquito mejor (o muchito mejor) de lo que se hacían.
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Fragmento extraído de una entrevista en la web 8a.nu: "La historia comenzó hace unos meses gracias a unos amigos. Me animaron a entrennar duro porque pensaban que podía hacer 9a. Sin embargo, me tomé sus palabras simplemente como una broma puesto que pensaba que el grado de 9a era algo inalcanzable para una persona como yo (no soy una escaladora profesional y considero que no tengo ninguna talento especial para escalar).
Entrené realmente duro pero sólo porque lo disfruto y me gusta empujar mis límites. Al final de la primavera la persona que me había estado ayudando con mis entrenos (Pedro Bergua) me dijo que había mejorado considerablemente mi fuerza y resistencia y me dirigió a probar vías duras. Fue entonces cuando comencé a considerar la posibilidad de probar ‘Era Vella’. Si mis amigos creían que podía, ¿por qué no probarla? No tenía nada que perder". Enhorabuena Mar!!